Desde el momento en que cruce el umbral de esta casa, quedará cautivado por sus vistas y energía pacífica. La gran sala lo invita a disfrutar de áreas de comedor y descanso interiores y exteriores, que se abren a su piscina infinita privada.

La cocina de concepto abierto ofrece la oportunidad para que todos los huéspedes sean parte de la preparación de las comidas mientras disfruta del colorido y sabroso mundo de la cocina oaxaqueña. También puede aprovechar las opciones gastronómicas de Montecito, incluyendo el comedor en la villa para esas noches en las que no le apetece abandonar la serenidad de este espacio.